- Forma hábitos de cooperación.
- Fortalece los instintos naturales.
- Aumenta la creatividad e imaginación.
- Estimula el desarrollo sensorial y mental.
- Mejora la capacidad para solucionar problemas.
- Fortalece su salud inmunitaria, ósea y muscular.
- Permite que el niño asimile el concepto de ganar o perder.
- Favorece el desarrollo del lenguaje y las relaciones afectivas.
- Ayuda a la convivencia familiar y fortalece el vínculo padres e hijo.
- Le permite adaptarse a su entorno y aprender a relacionarse con los demás.
- Desarrolla su capacidad de coordinación psicomotriz y motricidad gruesa y fina.
- Hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo y entorno.
- Cultiva su inteligencia emocional y también es una vía para canalizar sus emociones, pues los niños así aprenden a manifestarlas.
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